1
Ambiente sin competencia: cada niño tiene su ritmo, no se compara, cada niño es especial y único.
2
Fomenta el autoaprendizaje.
3
Promueve la confianza, la responsabilidad y el respeto mutuo.
4
El niño es motivado a enseñar, a ayudarse mutuamente.
5
Impulsa a la felicidad en un ambiente libre, de autonomía e independencia.
6
Aprendizaje personalizado, individualizado.
7
Favorece la autorrealización y autocorrección en el niño.
8
El niño escoge su propio trabajo de acuerdo a su interés y habilidad, y siempre tiene la sensación de éxito.