CÓMO RETIRAR EL CHUPETE AL ESTILO MONTESSORI

Seguramente la mayoría de los papás y mamás recordaremos cómo fue la primera vez que ofrecimos el chupete a nuestros hijos. Incluso aquellos que en un primer momento éramos un tanto “reacios” a ponerlo en sus manos por distintos motivos, recordaremos el momento en que lo consideramos “necesario” y dimos el paso.

Sigmund Freud (neurólogo y psiquiatra checoslovaco fundador del psicoanálisis) en sus estudios sobre el desarrollo psicosexual del niño, observó que los lactantes sienten placer al succionar el pecho materno, de ahí su gran tendencia a llevarse a la boca cualquier cosa que se ponga en su camino. En algunos niños este deseo se observa de forma más acentuada que en otros, pero ya sea el dedo pulgar, un chupete o un objeto cualquiera que llame su atención puede acabar en su boca.

Nosotros, los adultos, por temor solemos limitar esta conducta exploratoria evitando que se pongan objetos en la boca; sin embargo, el hecho morder, masticar, les permite conocer nuevas texturas, formas, temperaturas, tamaños (siempre y cuando se trate de objetos “seguros”), y favorece el desarrollo lingüístico.

Desde que nace y hasta el año y medio el niño siente la necesidad de satisfacer su reflejo de succión, de manera que cualquier actividad relacionada con la boca pasa a ser su favorita. En esta primera parte de su vida el bebé no se queda satisfecho únicamente con mirar o escuchar un objeto, puesto que su desarrollo auditivo o visual no está completo, sino que para satisfacer sus deseos terminará llevándoselo a la boca.

Por todas estas razones una vez conocen el chupete, suele convertirse en su mayor aliado; su compañero fiel que lo acompaña a todas partes.

¿POR QUÉ SE RECURRE AL CHUPETE?

El uso del chupete suele ir acompañado del deseo de entretenimiento por parte de los padres; es decir, su utilización como objeto reconfortante, calmante, que les permite espaciar tomas, o conciliar el sueño del bebé de un modo más “sencillo”. No debemos olvidar que el bebé al nacer no conoce el chupete, no sabe lo que es, y somos nosotros, los papás, quienes lo ponemos a su alcance. Del mismo modo, debemos ayudar a nuestros hijos a que lo retiren de manera gradual, siempre tratando de que lo sufran lo menos posible.

¿CUÁNDO RETIRAR EL CHUPETE?

El tema del uso del chupete da mucho de sí, muchísimas opiniones, así como estudios que hablan tanto de sus beneficios como de sus riesgos. Diversos análisis constatan que su uso reduce la incidencia de muerte súbita al mismo tiempo que calma la ansiedad y dolor en los niños. Además, profesionales afirman que en principio no causa problemas en la dentadura de los más pequeños siempre y cuando se reduzca su uso a partir del año y se logre retirar por completo alrededor de los tres años.

El reflejo de succión en los niños y ese deseo por llevarse todo a la boca termina con el fin de la etapa oral que suele ser alrededor de los dieciocho meses. De ahí que sea un buen momento para (en caso de no haberlo hecho antes) trabajar la retirada del chupete de forma respetuosa; si él no da el paso solito, trataremos de ayudarle dándole un empujoncito, puesto que su uso continuado sí podría tener a la larga consecuencias negativas en paladar, etc.

Nuestra tarea principal será OBSERVAR para saber CUÁNDO INTERVENIR, o CUÁNDO es el mejor momento o en el que nuestro/a hijo/a esté más preparado.

Quizás tengamos la gran suerte de que nuestro/a pequeño/a haya ido perdiendo interés por el mismo a medida que ha ido creciendo y únicamente lo pida en momentos puntuales (para dormir, por ejemplo).

Debemos tener presente que el chupete se ha convertido en un objeto incluso de apego para él, que le aporta seguridad y confianza, por lo que realizar la retirada de este con tacto, con amor y haciéndoles sentir acompañados será fundamental.

¿QUÉ SIGNIFICA DE FORMA "RESPETUOSA"?

Con empatía.

Con amor.

Desde el cariño.

Dando margen, avanzando poco a poco.

Adaptándonos a su ritmo.

Acompañándolos en todas las emociones que vayan surgiendo.

Siendo respetuosos.

¿CÓMO SABER SI ESTÁ PREPARADO/A?

¿Lo lleva puesto todo el día? ¿O lo lleva puntualmente?

¿Lo echa muy en falta cuando se lo guardamos?

CONSEJOS E IDEAS SOBRE CÓMO RETIRAR EL CHUPETE

1. Prepararle para ello: fase de preparación.

Antes de llevarlo a cabo, es importante familiarizarle con este tema, comentarle un poco la situación.

2. Haciéndole comprender el por qué es importante retirarlo.

Es bueno explicarles la razón de por qué es bueno retirar el chupete, y porqué ha llegado el momento de hacerlo.

3. Avanzando de forma progresiva, gradual, NO RADICAL.

Siempre teniendo en cuenta su ritmo, su evolución en concreto. Va a ser un gran cambio en su vida, de manera que debemos ayudarle a dar este gran paso acompañándole y haciéndole sentir que sí, es capaz. Quitarle el chupete de golpe no va a ayudarle, sino todo lo contrario. No hay necesidad de que nuestro/a hijo/a sufra, y de lo que se trata es de ayudarle a dejarlo de la forma más respetuosa posible.

4. Evitemos caer en comparaciones: cada niño es único y especial.

5. Buscando el momento más adecuado para él/ella:

Importante que no coincida con otros cambios en sus rutinas, ya que este en concreto es un cambio importante en su vida. Evitar también momentos como: la recién llegada de un nuevo hermano, inicio de su escolarización en la escuela infantil, dejar el pañal, etc. Este aspecto en concreto es esencial tenerlo en cuenta ante cualquier cambio en general.

6. Haz que le resulte atractivo.

Contarle un cuento o realizarle juegos que traten sobre la desaparición del chupete es una buena opción; asímismo, puesto que es algo que él/ella aprecia muchísimo puede hacerle un regalo a alguien a quien quiera mucho (o a su personaje favorito) para que lo tenga de su parte. De esta manera se mostrará más predispuesto.

Con paciencia, mucho amor, y una gran dosis de empatía…

¡Ánimo papás y mamás, lo vais a hacer genial!